Es el año 1991, y Charlie (Logan Lerman), un chico académicamente precoz y poco sociable, es un marginado, siempre observando desde la distancia, hasta que un par de jóvenes carismáticos le acogen bajo su ala. La bella Sam (Emma Watson), de espíritu libre, y su hermanastro Patrick (Ezra Miller), sin miedo a nada, cuidan de Charlie ofreciéndole nuevas amistades, el primer amor, sexualidad floreciente, fiestas sin fin, pases a medianoche de “The Rocky Horror Picture Show” y la búsqueda de la canción perfecta. Al mismo tiempo, su profesor de inglés, el Sr. Anderson (Paul Rudd), le introduce en el mundo de la literatura, fomentando su sueño de ser escritor. Pero a pesar de que Charlie prospera en su nuevo y cada vez más creciente mundo, el dolor de su pasado (el cual incluye el suicidio de su mejor amigo Michael y la muerte accidental de su amada abuela), se esconde bajo la superficie. Mientras sus viejos amigos planean dejar el hogar para ir a la Universidad, el precario equilibrio de Charlie comienza a desmoronarse, hallándose en su tristeza una revelación desconcertante.