Rodolfo y Petrita forman una de tantas parejas de novios humildes que no pueden casarse porque no encuentran un piso en el que crear su hogar. Llevan doce años esperando que se muera Doña Martina, patrona de Rodolfo, una anciana de ochenta y cinco años y de salud delicada, que les ha prometido dejarles su ajuar y el piso que ocupa. Desgraciadamente para la pareja un Procurador les comunica que laley prescribe que, muerto un inquilino, los derechos sobre el cuarto que ocupan pasa a ser del propietario del inmueble. Buscan otras opciones pero los pisos en Madrid, están imposibles, los pisos libres están sólo en venta o tienen unos alquileres carísimos. Desesperada, Petrita propone una idea que había empezado como una broma. Por qué no se casa Rodolfo con Doña Martina?