Florencia, principios del siglo XVI. Miguel Ángel vive momentos de angustia y éxtasis de su genio creativo, mientras dos familias nobles rivales se disputan su lealtad, la cual se pone a prueba cuando el Papa León X, de la familia Medici, accede al papado y le entrega un nuevo encargo lucrativo: la fachada de la basílica de San Lorenzo. Obligado a mentir con el fin de mantener los favores de ambas familias, Miguel Ángel es atormentado gradualmente por sospechas y alucinaciones que lo llevan a examinar su propia moral y sus fracasos artísticos.