Fred (O'Brien) no es un detective, un agente secreto o un filósofo. Es un tío normal y corriente que se acerca a los 30 años y que atraviesa una crisis existencial ahora que se ve en el precipicio de la auténtica madurez. Se debate entre varias cuestiones: ¿Debería comprometerse con su novia de toda la vida? ¿Debería empezar a trabajar en una empresa para pagar las deudas y descartar sueño de convertirse en artista? ¿Debería pintar las paredes de su nuevo piso de azul turquesa o azul celeste? Tras un encuentro accidental con un amigo de su juventud que había olvidado, Fred viaja de manera literal y filosófica al pasado. Poco a poco comienza a desentrañar un misterio oculto sobre una chica desaparecida, una droga llamada Mercurio y una terrorífica criatura que le ha perseguido hasta su madurez.