Cuando Uther Pendragon seduce a la prometida del Duque de Cornualles, conciben a Arturo. Dieciocho años después, el joven caballero Arturo saca accidentalmente la espada encantada Excalibur, de la piedra en la que había sido introducida a la muerte de Uther. Proclamado el muchacho rey, se dispone a unificar el país llevando a Merlín como consejero místico. Las victorias se suceden, Arturo galantea y se casa con la bella Guenevere. Forma la hermandad de la Mesa Redonda, cuyos ideales encarna el leal Lancelot. Pero la edad de oro de la caballería se ve oscurecida. La hermandad degenera en cuadrillas de borrachos y se acusa a Lancelot de ser el amante de Guenevere. Ante Camelot, cuyas murallas son las anillas de un dragón, Merlín sucumbe a la necromancia, helándose en la espesa niebla de un diamante. Morgana aprovecha la magia de Merlín en beneficio de su ambición. Disfrazada de Guenevere, duerme con Arturo. Cuando más tarde da a luz a su hijo, este será educado con una finalidad: asesinar a su padre y pretender el trono.